Empezamos nuestro paseo con frío y humedad por la niebla que nos envolvía, pero ésta no detendría nuestra curiosidad y ganas de seguir adelante con más preguntas.
Cuando salimos del aula y después de reponer fuerzas antes de nuestro paseo, el sol se empezó a abrir paso entre la niebla para dejarnos un soleado día de otoño y, poder disfrutar de un entorno privilegiado a pocos minutos de Madrid.